El soldado condecorado por recomendación del enemigo

En los primeros meses de 1942, a raíz de la entrada en la guerra de Estados Unidos, los submarinos alemanes intensificaron su actividad en el Atlántico, y Gran Bretaña vio amenazadas una vez más sus líneas de abastecimientos. En el Almirantazgo británico preocupaba que a los U-boote se les pudiesen unir los grandes buques de superficie de la Kriegsmarine. Para evitar que estos pudiesen operar en el Atlántico, los británicos idearon la Operación Chariot, uno de los ataques de comandos más intrépidos de la guerra, cuyo objetivo era inutilizar las instalaciones portuarias de Saint-Nazaire. Este puerto situado en la desembocadura del Loira era una excelente base para los submarinos alemanes que operaban en el Atlántico, y además contaba con un enorme dique seco, capaz de albergar los buques de mayor tamaño. Los británicos supusieron que si lograban dejar fuera de servicio aquel dique, la Kriegsmarine no se arriesgaría a enviar al Atlántico al acorazado Tirpitz, ya que en caso de avería estaría obligado a regresar a Alemania a través del Canal de la Mancha o el Mar del Norte, con el riesgo que eso suponía.

El plan era empotrar un destructor cargado de explosivos en la esclusa del dique. Los comandos y la tripulación activarían la carga explosiva, preparada para detonar varias horas más tarde, abrirían las válvulas del fondo para que el destructor se hundiese, impidiendo así que los alemanes desactivasen los explosivos o retirasen el buque, y saltarían a tierra para atacar las instalaciones del puerto con la ayuda de otros comandos que desembarcarían de una pequeña flotilla de lanchas motoras. Una vez cumplidos sus objetivos, los comandos se retirarían en las lanchas que les estarían esperando en los puntos de desembarco.

La noche del 28 de marzo de 1942 una fuerza naval formada por el destructor Campbeltown (el buque que iba a incrustarse en la compuerta), dieciocho lanchas motoras, un par de torpederas y una cañonera, se adentró en el estuario del Loira simulando ser una flotilla alemana. Los británicos no pudieron mantener el engaño por mucho tiempo, y antes de llegar a sus objetivos todas las defensas del puerto estaban disparando contra ellos. Avanzando entre el fuego enemigo y con la mayor parte de sus tripulantes muertos o heridos, el Campbeltown logró su objetivo estrellándose contra la esclusa del dique. En cuanto a las lanchas, muchas fueron hundidas antes de que los comandos que transportaban pudiesen desembarcar, y las que llegaron a tierra se quedaron atrapadas sin poder escapar. A babor del Campbeltown navegaba una columna de seis lanchas que tenían que tomar tierra en el muelle al sur del dique y atacar la entrada del puerto. Solo las dos primeras lo consiguieron. Las cuatro restantes se encontraron con una fuerte resistencia y tuvieron que renunciar a desembarcar a sus comandos o ayudar a evacuar a los que ya habían desembarcado. Las cuatro lanchas emprendieron el regreso escapando entre las defensas del puerto. Tres de ellas lograron burlar la vigilancia alemana amparadas en la oscuridad de la noche. Fueron las únicas unidades de todas las que participaron en la operación que consiguieron regresar a Inglaterra.

La cuarta lancha de aquella columna era la ML 306, una lancha motora de la clase Fairmile B al mando del teniente de navío Henderson. En su huida, cuando se encontraba ya en mar abierto a 45 millas de Saint-Nazaire, la ML 306 se encontró con cinco torpederos alemanes que patrullaban la zona buscando a los intrusos. Henderson ordenó parar los motores esperando no ser descubierto, pero al pasar junto al último torpedero un vigía alumbró con su foco a la lancha británica. Los torpederos alemanes (Torpedoboote) eran buques de pequeño tamaño que en realidad hacían funciones de destructores, y que por tanto contaban con un armamento muy superior al de una lancha motora británica. Los torpederos rodearon a la ML 306 y abrieron fuego con armas ligeras, iniciando una batalla naval muy desigual contra la pequeña motora. Uno de ellos trató de embestir a la lancha, pero esta viró en el último momento y solo recibió un impacto. Otro abrió fuego con su cañón de 101 mm y alcanzó a la ML 306 en el puente, matando a Henderson e hiriendo al resto de oficiales. Creyendo que la lucha había terminado, el comandante del torpedero Jaguar, el capitán de corbeta Friedrich-Karl Paul, acercó su buque a la lancha y exigió a gritos la rendición de los británicos.

El sargento zapador del No.1 Commando Thomas Frank Durrant era un joven de Kent de 23 años, que había trabajado como carnicero y obrero de la construcción antes de alistarse en los Royal Engineers. En 1940 se presentó voluntario al Cuerpo de Comandos, lo que le llevó a estar aquella noche a bordo de la ML 306. Estaba a cargo de un montaje doble de ametralladoras Lewis situado en la popa de la lancha. Durante la retirada de Saint-Nazaire había sido herido en un brazo, pero se había negado a abandonar su puesto. Como respuesta a la petición de Paul, Durrant abrió fuego con las Lewis. Paul volvió a exigir la rendición de los británicos, y Durrant, que apenas se mantenía en pie apoyándose en sus ametralladoras, volvió a barrer la cubierta del Jaguar con una ráfaga que estuvo a punto de alcanzar al capitán alemán. Paul ordenó entonces virar el Jaguar de forma que todas las armas del buque pudiesen concentrarse en Durrant. El sargento fue acribillado y cayó sobre la cubierta de la lancha con heridas en la cabeza, los brazos, las piernas, el pecho y el estómago. En aquel momento, con veinte de los veintiocho hombres de la ML 306 muertos o heridos, el teniente Swaine, el único oficial británico que seguía con vida, decidió detener la lucha. A pesar de sus heridas logró ponerse en pie y ofreció la rendición del buque. Paul desconfiaba de que los británicos volviesen a disparar, y Swaine tuvo que darle su palabra de honor para poner fin al combate. El sargento Durrant aún seguía con vida. Murió poco después en un hospital militar alemán de Saint-Nazaire.

El sacrificio del sargento Durrant impresionó al capitán Paul. Una semana más tarde el oficial alemán se presentó en el campo de prisioneros de Rennes para visitar al teniente coronel Charles Newman, el comandante de la fuerza de ataque británica a Saint-Nazaire, que había sido capturado junto a la mayor parte de sus hombres. Paul relató a Newman los detalles del combate entre su destructor y la ML 306, y le sugirió que recomendase al sargento Durrant para una mención.

Cuando fue liberado al terminar la guerra, Newman siguió el consejo del oficial alemán. Como resultado de su recomendación el sargento Durrant fue condecorado con la Cruz Victoria a título póstumo “por su valiente y decidida lucha en una situación de total inferioridad” durante el combate entre la ML 306 y el Jaguar. El 29 de octubre de 1946 la madre de Durrant recibió la condecoración de manos del rey Jorge VI en una ceremonia celebrada en el palacio de Buckingham.

Durrant pasó así a la historia militar británica por partida doble: es el único militar del Ejército (de tierra) condecorado por su participación en una batalla naval, y también el único que ha sido condecorado por recomendación de un oficial enemigo.

Fuentes:
Ken Ford: Gran asalto de comandos en Saint-Nazaire
http://en.wikipedia.org/wiki/Thomas_Frank_Durrant
http://forum.axishistory.com/viewtopic.php?t=15964

1 comentario:

  1. No fue el unico,El comandante del HMS Glowworm, capitán de corbeta Gerard Broadmead Roope, recibió a título póstumo la prestigiosa Cruz Victoria, convirtiéndose así en el primero en recibirla en la Segunda Guerra Mundial. Esta distinción fue concedida en parte por la recomendación del capitán del Admiral Hipper Hellmuth Heye, que a través de la Cruz Roja escribió a las autoridades británicas para hacerles saber el heroico desempeño del capitán del destructor en el combate contra un buque muy superior.

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